Compartimos la entrevista realizada a Idris Villalba por el portal Lo+RC
Idris es mexicano, tiene 21 años y es laico consagrado. En esta entrevista nos comparte algunos detalles de su vida consagrada así como la razón de por qué estudia el doble grado de Periodismo y Relaciones Internacionales en la Universidad Francisco de Vitoria: “Lo que un consagrado busca es responder a las problemáticas a las que se enfrenta hoy día la Iglesia y los hombres de su tiempo, y mis directores han visto que lo que yo quiero estudiar va a ayudar a que haya presencia de un hombre de Iglesia en esos campos”.
¿Cómo te diste cuenta de que querías ser consagrado?
Fui sintiendo a lo largo de mi vida que la entrega a los demás, a través de una entrega a Dios, es lo que me llena. Así es como me di cuenta de que la vida consagrada es aquello que me hace sentir feliz. Dios me ha creado pensando en mí como un consagrado y me ha puesto esta inquietud que he ido descubriendo a lo largo de mi vida. Él me ha llamado y yo le respondo. Él complementa mi vocación dándome felicidad.
¿De qué le sirve a un consagrado estudiar periodismo?
A lo largo de mi periodo de formación he hecho un discernimiento sobre lo que creo que me pide Dios como consagrado en el movimiento Regnum Christi. Me siento llamado a participar en el ámbito de la comunicación y de la política internacional. Lo que estoy estudiando me da las bases para poder trabajar por ejemplo en una organización internacional o trabajar en la política en mi país.
Si por alguna razón no pudieras terminar de estudiar la carrera, ¿dejarías de poder vivir plenamente tu consagración?
No. Sería un error verlo así porque lo que importa en tu consagración no es lo que haces, sino la consagración en sí misma, que tú te has entregado a Dios respondiendo a su invitación. Puedes hacer lo que sea, pero lo principal es entregarte a Dios y en ese sentido todo lo demás es secundario, y adquiere sentido desde la consagración. Trabajar en periodismo o relaciones internacionales es secundario, aunque la carrera es parte de tu vocación, está en un nivel diferente que la vocación en sí misma, porque la vocación es que Dios el que te ha llamado y te da la fuerza para seguir adelante.
¿Tus compañeros de clase saben que eres consagrado?
Sí lo saben pero no porque se lo diga desde un principio, sino que van conociendo mi vocación al mismo tiempo que me conocen a mí. Todo esto se va dando naturalmente porque al estar entregado a Dios uno lo va contagiando sin darse cuenta: en las conversaciones que surgen, en las invitaciones que les hago a participar en actividades el Regnum Christi u otras iniciativas de la Iglesia…
¿Cómo compaginas tus responsabilidades de estudiante con tus responsabilidades de consagrado?
Yo veo la vida de un consagrado como la vida de cualquier otro joven. Los jóvenes de mi edad tendrán familia, hermanos, abuelos… y eso les exige tiempo. En mi caso mi comunidad me exige eso. Mi vida de oración no la separo de la comunidad, pero tampoco la separo de mis estudios. Estudios, comunidad y oración son cosas que tengo que organizar, y darle prioridad a lo que corresponde, en este caso es mi vida de oración lo más importante. Sin la oración no puedo ser buen estudiante ni vivir bien mi vida comunitaria. En segundo lugar va la comunidad, porque es ahí donde me nutro de lo que voy a aportar, y al final mis estudios. Soy un chico normal que llega a casa después de clases.
¿Qué buscas en el periodismo?
El periodismo lo concibo como una manera de conocer lo que sucede en el mundo para presentar a las demás lo que, a través de la experiencia, consideras verdadero. Es muy interesante porque hoy en día se deja de lado la búsqueda de la verdad para ir por lo que más vende. Justo por esto yo quiero formarme para poder comunicar de la manera correcta, lo más objetivamente y con total veracidad.
¿Cómo es tu misión como periodista?
Me gustaría mucho trabajar en organizaciones internacionales, no solo como reportero, sino también participando de la vida política de un país. Creo que esto que estudio te da una mentalidad más clara y curiosidad para buscar siempre la verdad de las cosas.
¿Cómo decidiste estudiar periodismo? Como consagrado que eres ¿cómo lo hiciste?
Tuve que dialogarlo con mi responsable, porque lo suyo era venirme a Madrid una vez hechos los votos. Pero vimos que era mejor quedarme un año más en Roma para formar hábitos de vida consagrada y formarme más en ese sentido. Lo que un consagrado busca es responder a las problemáticas a las que se enfrenta hoy día la Iglesia y los hombres de su tiempo, y mis directores han visto que lo que yo quiero estudiar va a ayudar a que haya presencia de un hombre de Iglesia en esos campos, y aportar desde ahí. Estuve un año estudiando jurisprudencia y después me vine para acá.
¿Qué haces al regresar de un día de clase?
Mi horario es muy variado porque hay días que termino a las 7 de la tarde y tengo que tomar el autobús, llego a casa a las 8 y no me queda mucho tiempo para hacer cosas. Pero hay otros días en los que termino pronto, ordeno mis apuntes y salgo a tomar unas cervezas. Vivo la vida de un universitario común y con una visión profunda de que lo que estoy haciendo tiene que ver con una misión que Dios tiene para mí al servicio de los demás.