Entrevista a Alejandro Lara con ocasión su 25 aniversario de consagración como Laico consagrado del Regnum Christi.
Alejandro nació en la Ciudad de México donde vivió hasta los 8 años y posteriormente se trasladó a Mérida, Yucatán, donde permaneció hasta los 14 años, mudándose finalmente a Monterrey, N.L. Su familia la conforman sus padres, cinco hermanos y una hermana. Fue en el seno familiar donde aprendió a cultivar la generosidad.
¿Cómo conociste el Regnum Christi?
Mi primer contacto con el Regnum Christi fue a través de un colaborador que conocí cuando estudiaba mi maestría en el TEC de Monterrey, donde también terminé mi carrera en Ingeniería Industrial. Él me platicó lo que hacía y de allí me surgió la inquietud de ser colaborador. Todavía sin conocer lo que era el Movimiento.
¿Hay alguna anécdota que presagiara tu vocación de laico consagrado?
Durante varios años, sobre todo durante la preparatoria y la carrera, estuve inquieto por el tema vocacional. Pero no encontraba algún lugar donde viera que Dios me quería. Estuve en varias convivencias con los Hermanos Maristas, los Misioneros de Guadalupe y la diócesis. Pero sentía que Dios me llamaba a otra cosa, sin saber bien a qué.
¿Cuándo comenzaste a pensar con seriedad sobre la vocación a la vida consagrada?
Durante los dos años que estuve como colaborador en México fue cuando realmente conocí lo que era el Regnum Christi y la vida consagrada en el Movimiento. Me tocó vivir en la casa de formación de los consagrados y la convivencia con ellos me permitió darme cuenta cómo me identifiqué con su estilo de vida y fue una respuesta a eso que estaba buscando como camino de entrega a Dios.
¿Quién es un laico consagrado?
Un laico consagrado del Regnum Christi es ante todo un testigo del amor de Dios en el mundo. Que vive en el mundo como los demás laicos de su profesión, llevando a Cristo a las realidades terrenas. Pero desde su condición de consagrado y miembro del Regnum Christi.
¿Cómo entiendes tu vocación en el Regnum Christi?
Ante todo, es la respuesta a un llamado de Dios a estar con Él. En segundo lugar, es pertenecer a una familia con un carisma que nos distingue. Donde hay diversidad de miembros, pero todo unidos por un ideal: instaurar el Reino de Cristo en los corazones y en la sociedad.
¿Qué le agradeces a Dios con motivo de tu 25° aniversario?
Ante todo, el don de la perseverancia. Él ha sido fiel a su amor y me ha ayudado a corresponder también con fidelidad a este llamado en el amor. Agradezco también a todos los sacerdotes, consagrados, consagradas y laicos con los que he tenido contacto. Todos ellos me han ayudado en mi camino a la casa del Padre y por gracia de Dios he podido contribuir también a que ellos estén más cerca de Dios.